El Gobierno responsabilizó al kirchnerismo por el ataque en Lomas de Zamora y profundizó la polarización electoral

El Presidente fue evacuado tras una agresión a piedrazos contra su caravana. El Gobierno acusó al kirchnerismo de organizar el ataque y las redes sociales se convirtieron en escenario de confrontación.

Política27 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Foto despues del ataque en Lomas de Zamora.

La recorrida de Javier Milei en Lomas de Zamora terminó en caos luego de que su caravana fuera atacada con piedras y botellas, obligando a la custodia a evacuarlo de urgencia. El hecho no dejó heridos, pero provocó un fuerte impacto político. Desde la Casa Rosada apuntaron directamente contra el kirchnerismo, mientras en redes sociales dirigentes oficialistas y opositores se enfrentaron con mensajes que reflejan la polarización extrema que atraviesa la Argentina.

Tras el ataque, el propio Presidente se expresó en Twitter con un mensaje directo: “Los kukas tira piedras… recurrieron otra vez a la violencia”, acompañado de una foto en la que aparece junto a su hermana Karina y al diputado José Luis Espert. La frase sintetizó la estrategia oficial de responsabilizar a los sectores kirchneristas por los incidentes.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue más allá al afirmar en la misma red social: “El kirchnerismo organizó un ataque al presidente en Lomas de Zamora… Kirchnerismo Nunca Más”. Con esa declaración, la funcionaria buscó instalar la idea de que no se trató de un hecho aislado sino de una acción planificada.

En la misma línea, el vocero presidencial Manuel Adorni describió el episodio como una demostración del “fin del kirchnerismo” y sostuvo que el ataque reflejaba un estilo de “violencia cavernícola”. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, también se sumó al discurso oficial y declaró en el Congreso: “Son hechos que no pueden suceder, esto no conduce a nada”, aludiendo a un clima de violencia política que, según él, la oposición busca fomentar.

Del otro lado, referentes opositores acusaron al Gobierno de victimizarse y de usar los incidentes como un desvío frente al escándalo de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad. En Twitter, legisladores kirchneristas replicaron que el oficialismo pretende “tapar sus problemas internos con acusaciones sin pruebas” y cuestionaron la falta de un abordaje institucional de la seguridad en los actos presidenciales.

La confrontación en redes sociales fue inmediata: dirigentes libertarios insistieron con mensajes de repudio al kirchnerismo, mientras opositores señalaron que Milei y su equipo buscan polarizar aún más para capitalizar políticamente el ataque. La discusión escaló con miles de comentarios que reflejaron la grieta, donde la violencia política y el escándalo de corrupción quedaron entrelazados como ejes del debate público.

El ataque a la caravana presidencial en Lomas de Zamora no solo generó alarma por la seguridad de Milei, sino que abrió un capítulo de máxima confrontación política. Con acusaciones cruzadas y repercusiones inmediatas en Twitter, el episodio se convirtió en un nuevo motor de polarización en plena campaña electoral, consolidando un escenario de creciente tensión entre oficialismo y oposición.

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