El mercado argentino se queda sin pesos y las tasas superan los tres dígitos

La falta de liquidez empuja al sistema financiero a una tensión inédita: las tasas se disparan por encima del 100% anual, mientras la demanda de dólares se mantiene firme y el Gobierno busca contener una presión que amenaza con desbordar la estabilidad monetaria.

Economía15 de octubre de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
ChatGPT Image 15 oct 2025, 18_32_51
Falta liquidez en pesos

En los últimos días, el mercado argentino se enfrenta a una situación inesperada: la escasez de pesos. A medida que bancos y empresas buscan fondos para cumplir con obligaciones de corto plazo, las tasas de interés han alcanzado niveles récord, superando en algunos casos el 150% anual. Esta es una clara señal de una economía que se recalienta internamente, mientras intenta controlar la demanda de dólares.

Las operaciones de caución, que miden la necesidad de efectivo en tiempo real, se han convertido en una intensa competencia. Las instituciones financieras están dispuestas a pagar tasas altísimas por liquidez, mientras que los grandes inversores retienen pesos, anticipando rendimientos aún mayores. En este contexto, la tasa de interés se transforma en un recurso de supervivencia, con un mercado que actúa de manera reactiva para mantener posiciones hasta que regrese la estabilidad.

El sistema financiero se encuentra en un estado de saturación. A la escasez de efectivo se suman factores estructurales que agravan la situación, como las colocaciones en títulos públicos, las restricciones a las transferencias en moneda extranjera y la contracción monetaria del Banco Central para evitar una presión inflacionaria sobre el dólar. En esencia, faltan pesos porque el Gobierno los retira para controlar la inflación, pero a la vez necesita que circulen para impulsar la economía.

La situación se complica aún más por un factor psicológico: la desconfianza. En un país donde los equilibrios económicos son efímeros, los actores económicos reaccionan rápidamente. Las empresas adelantan pagos, los inversores liquidan posiciones en activos menos líquidos y los ahorristas buscan refugio en activos dolarizados.

El dólar sigue siendo el termómetro de la tensión financiera. Aunque la cotización oficial se mantiene bajo control y el Banco Central ha logrado evitar saltos abruptos, el mercado paralelo muestra presiones sostenidas. Recientemente, la brecha cambiaria se amplió ligeramente y los precios en transacciones informales comenzaron a moverse, impulsados por la percepción de que la política monetaria está alcanzando su límite.

Hay una paradoja evidente: hay una abundancia de pesos comprometidos en bonos, cuentas remuneradas y otros activos, pero falta el efectivo para las transacciones cotidianas. Esta carencia tiene efectos inmediatos: las empresas postergan pagos a proveedores, los bancos restringen créditos y el consumo se resiente. Al mismo tiempo, los activos dolarizados vuelven a ganar atractivo, reflejo de la histórica búsqueda de seguridad en momentos de crisis económica.

El Tesoro y el Banco Central intentan mitigar el desbalance con medidas de corto alcance. En días recientes, se han incrementado las licitaciones de deuda en pesos, ofreciendo tasas crecientes para absorber liquidez. Además, el Central ha endurecido las condiciones para acceder al crédito mayorista y ha aumentado los requisitos de encaje bancario, buscando reducir la presión especulativa. Sin embargo, el impacto de estas medidas es limitado: el sistema sigue tenso debido a la desconfianza y a la falta de flujo, lo que no se soluciona con ajustes administrativos.

La economía argentina vive un momento en el que cada movimiento financiero tiene consecuencias políticas. La Casa Rosada sigue con preocupación los aumentos en las tasas de interés y el comportamiento del dólar libre, consciente de que un aumento sostenido podría derivar en un alza de precios e intensificar el temor inflacionario. Los analistas coinciden en que la escasez de pesos es temporal, pero alertan sobre el riesgo de que esta tensión genere un congelamiento del crédito o una fuga hacia el dólar.

Para entender las causas subyacentes, es necesario observar el ciclo económico reciente. Desde principios de año, el Gobierno ha implementado una estrategia de absorción monetaria para respaldar el equilibrio fiscal. La emisión monetaria se ha reducido al mínimo, y el Tesoro ha buscado financiamiento casi exclusivamente en el mercado local. Esta política ha logrado moderar la inflación, pero ha creado un vacío en la disponibilidad de pesos que ahora se hace evidente.

El mismo enfoque que ayudó a estabilizar precios está amenazando con paralizar la actividad económica. Los bancos se encuentran ante un dilema: prestar a tasas altísimas para cubrir la escasez o restringir el crédito hasta que el mercado se normalice. En ambas situaciones, la consecuencia es un freno en la circulación del dinero, y al aumentar las tasas, el costo
financiero para las empresas se vuelve insostenible, afectando la cadena de pagos.

AQJOEMRL3BA2XMF2KTJV3F5JBELa inflación de septiembre fue del 2,1 % y acumula 31,8 % en el último año

En este entorno, los operadores financieros actúan con extrema cautela. Aunque la demanda de dólares en el mercado mayorista está controlada, se observa un ligero aumento, mientras que en el mercado minorista persiste el interés por protegerse cambiariamente. La estabilidad del tipo de cambio oficial depende de que las reservas del Banco Central se mantengan sólidas y de que el flujo de divisas del sector agropecuario y energético no se interrumpa.

El escenario internacional también ejerce presión. El aumento de tasas en Estados Unidos y la apreciación del dólar intensifican la presión sobre las monedas emergentes. Argentina, con un sistema financiero frágil y un historial de crisis recurrentes, siente este impacto de manera más aguda. En momentos de tensión, el crédito externo se evapora y las operaciones de carry trade se reducen al mínimo, dejando al mercado local a merced de su propia dinámica.

En este contexto, la escasez de pesos no es un simple accidente, sino el reflejo de un modelo que oscila entre la expansión descontrolada y la contracción extrema. Cada intento de estabilización genera, inevitablemente, un nuevo cuello de botella. Los analistas coinciden en que el verdadero desafío es construir una política monetaria creíble y predecible, algo que Argentina aún no ha logrado.

Mientras tanto, la vida económica cotidiana se vuelve cada vez más costosa. Los bancos ajustan sus líneas de crédito, las tarjetas elevan los intereses y los plazos fijos ofrecen rendimientos que, aunque altos, apenas logran compensar la inflación. El pequeño ahorrista se encuentra en una encrucijada: inmovilizar sus pesos o dolarizarse, sin un refugio seguro a la vista.

En la calle, la percepción es similar a la de las mesas de dinero: los pesos tienen valor, pero solo hasta cierto límite, y nadie quiere retenerlos por mucho tiempo. Esta lógica, que puede parecer irracional, es consecuencia de décadas de inestabilidad y desconfianza acumulada.

El Gobierno intenta transmitir calma, pero el mercado reacciona de forma autónoma. La tensión cambiaria, la falta de liquidez y la incertidumbre electoral crean un cóctel que exige prudencia. Argentina se adentra en una nueva fase de prueba: si logra restablecer el flujo de pesos sin desatar la inflación, habrá dado un paso significativo. De no ser así, el riesgo de una nueva crisis está más cerca de lo que parece.

Te puede interesar
el-bcra-renovo-el-swap-china

El estado actual de las reservas y la estrategia del BCRA

Alejandro Cabrera
Economía11 de noviembre de 2025

Las reservas brutas mostraron una leve recuperación tras la activación del swap con Estados Unidos, pero las netas siguen en terreno negativo. El Banco Central enfrenta el dilema de sostener el tipo de cambio sin agotar su escaso poder de fuego.

conferencia-de-javier-milei-y-scott-bessent-OJDRBNIGFZFCRL2RRJL7WFBP6M-rdr14kh02ppgyp6q23hgwv3unnh3a6nmglj1w41rxc

Cómo se estructuró el swap de USD 20.000 millones con EE. UU

Alejandro Cabrera
Economía11 de noviembre de 2025

El acuerdo entre el Tesoro estadounidense y el Banco Central argentino marcó un giro en la relación bilateral. Fue diseñado como un instrumento financiero y político a la vez, con reglas estrictas, supervisión directa de Washington y un objetivo común: estabilizar la economía sin llamar “rescate” al auxilio.

Lo más visto
985858-cuadernos_0

De los bolsos al juicio: la trama completa de los Cuadernos de las Coimas

Alejandro Cabrera
Política06 de noviembre de 2025

Siete años después de la revelación que sacudió a la política argentina, la causa Cuadernos llega al juicio oral. Más de ochenta imputados, decenas de empresarios, exfuncionarios y la figura central de Cristina Fernández de Kirchner en el mayor proceso por corrupción de la historia democrática.