Maduro y Putin refuerzan su alianza estratégica en Moscú en un encuentro cargado de simbolismo

El presidente de Venezuela se reunió con su par ruso en el Kremlin. Firmaron acuerdos clave que profundizan la cooperación en energía, defensa y tecnología. El encuentro ocurre en plena tensión global.

Mundo08 de mayo de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Un acercamiento que trasciende lo diplomático

Nicolás Maduro volvió a Rusia en una visita que excedió lo protocolar. El líder venezolano fue recibido en Moscú por Vladimir Putin en el marco de las celebraciones por el 80º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi. Sin embargo, más allá del homenaje histórico, lo que se selló fue un entendimiento estratégico con impacto global.

En un contexto de creciente enfrentamiento entre Moscú y Occidente, la presencia de Maduro fue leída como un gesto político claro. Venezuela no solo sigue reconociendo a Putin como actor central en la geopolítica internacional, sino que además apuesta por fortalecer un vínculo que para ambos es vital.

Las sonrisas en el Kremlin escondían la profundidad de los temas abordados. Rusia y Venezuela acordaron ampliar su cooperación en energía, con especial énfasis en petróleo y gas, además de reforzar la colaboración en materia de defensa, tecnología, finanzas e infraestructura.

La necesidad de aliados en tiempos de sanciones


La relación entre Caracas y Moscú no es nueva, pero toma otra dimensión en un escenario internacional marcado por sanciones y alineamientos rígidos. Tanto Rusia como Venezuela enfrentan fuertes bloqueos impuestos por Estados Unidos y sus socios europeos. En ese contexto, verse las caras y firmar acuerdos no es solo una cuestión económica: es un desafío al orden global impuesto por Occidente.

Maduro destacó que la asociación con Rusia es "estratégica y profunda". Putin, por su parte, elogió la resistencia venezolana frente a las presiones externas. Ambos se mostraron en sintonía al rechazar las sanciones como herramienta de coerción política y económica.

Esta sintonía va más allá de las palabras. La cooperación incluye asistencia tecnológica, suministro de alimentos, colaboración en biotecnología e incluso acuerdos vinculados a la seguridad nacional.

Un gesto que incomoda a Estados Unidos y Europa

La foto de Maduro y Putin no pasó desapercibida en las principales capitales occidentales. La presencia del venezolano en Moscú fue interpretada como un desafío abierto a Washington y Bruselas. No es la primera vez que ocurre, pero sí adquiere un nuevo valor en medio de la guerra en Ucrania y la redefinición de los alineamientos globales.

Rusia busca mostrar que no está aislada. Maduro quiere dejar en claro que no depende exclusivamente de sus relaciones con China e Irán para sostener su régimen. La alianza, entonces, se convierte en una carta política para ambos.

Aunque desde Occidente se minimizó la importancia del encuentro, el trasfondo es evidente. La construcción de un bloque alternativo al liderado por Estados Unidos avanza, y Venezuela pretende ocupar un lugar destacado en ese esquema.

La visita de Maduro incluyó, además, su participación en la tradicional ceremonia militar por la victoria sobre el nazismo. Allí fue uno de los pocos líderes extranjeros presentes junto a representantes de China, Brasil y otras naciones alineadas con Moscú.

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