El Salvador rompe moldes: reelección presidencial indefinida para Bukele

Con 57 votos a favor y solo tres en contra, el oficialismo reformó artículos clave de la Constitución para consolidar el poder presidencial y alinear todas las elecciones en 2027.

Mundo01 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Reforma constitucional.

En un solo debate breve y sin oposiciones decisivas, el Congreso salvadoreño dio luz verde a cambios que transforman el sistema político del país. Nayib Bukele ahora podrá permanecer en el poder indefinidamente, bajo un mandato extendido y sin segunda vuelta electoral.
La medida movilizó críticas internas e internacionales, mientras el oficialismo la defendió como un paso hacia la estabilidad y la voluntad popular.

El paquete de enmiendas abarca cinco artículos constitucionales clave: 75, 80, 133, 152 y 154. Estos fueron modificados sin mayores discusiones para permitir la reelección ilimitada, prolongar el periodo presidencial de cinco a seis años y eliminar la segunda vuelta electoral.

La sesión legislativa fue breve y resolutiva: el oficialismo contó con 57 diputados de 60, mientras que tres opositores votaron en contra. No hubo espacio para enmiendas ni debate público, y la aprobación se concretó con dispense de trámite.

Las reformas incluyen una disposición transitoria para acortar el mandato actual y sincronizar las elecciones presidenciales, legislativas y municipales en 2027. Esto permitirá que Bukele compita ese año por un mandato seis años, y posteriormente cuente con libertad para buscar más reelecciones.

Defensores del proyecto afirmaron que la mayoría de la población respalda la continuidad. La diputada Ana Figueroa sostuvo que el cambio otorga al pueblo poder directo para definir la duración del mandato presidencial, comparándolo con la práctica común en otros cargos públicos electivos.

Por su parte, la oposición reaccionó con dureza. Marcela Villatoro, del partido ARENA, calificó la medida como “el fin de la democracia” y denunció que las reformas fueron aprobadas de forma autoritaria, sin consulta ciudadana ni transparencia.

Organizaciones de derechos humanos como Cristosal, que ya se habían exiliado en protesta, alertaron sobre el avance de un modelo autocrático. También Human Rights Watch afirmó que este paquete se encuadra en un debilitamiento preocupante del Estado de derecho.

Bukele ya había ganado ampliamente la reelección en 2024 con un respaldo popular estimado en 85 %, tras una sentencia de una Corte Constitucional alineada al oficialismo que habilitó su repostulación pese a la prohibición previa.

Ahora, con sus aliados legislativos reforzando formalidades institucionales, el presidente consolida una estructura de poder que le permite mantenerse en el Ejecutivo indefinidamente, sin contienda electoral obligatoria ni límite de mandatos.

Este giro constitucional inaugura una nueva era política en El Salvador: la reelección indefinida, la eliminación de segunda vuelta y la extensión de mandatos configuran un esquema que amplifica la figura presidencial. La democracia salvadoreña enfrenta un cambio radical, con consecuencias todavía abiertas.

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