El FMI desembolsa USD 2.000 millones, pero advierte por la desaceleración de la economía argentina

El organismo giró un nuevo tramo del acuerdo tras completar la octava revisión técnica. Si bien destaca el cumplimiento de las metas fiscales, alerta por la caída de la actividad económica y los desafíos sociales.

Economía04 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Desembolso del FMI.

El Fondo Monetario Internacional aprobó un nuevo desembolso de 2.000 millones de dólares para la Argentina, como parte del programa de facilidades extendidas vigente desde 2022. La decisión llegó tras completar la octava revisión técnica del acuerdo, en la que el organismo constató que el país alcanzó las metas fiscales y monetarias del primer semestre. Sin embargo, el FMI acompañó el anuncio con un diagnóstico de tono moderado: reconoce avances en el frente macroeconómico, pero expresa preocupación por la fuerte desaceleración de la actividad y el impacto social del ajuste.

El Gobierno de Javier Milei recibió con alivio el nuevo desembolso, que se suma a las reservas del Banco Central y permite continuar con la política de fortalecimiento del ancla fiscal y monetaria. La administración destaca que, a diferencia de etapas anteriores, esta vez el cumplimiento de metas se logró sin necesidad de postergaciones, reprogramaciones ni exenciones. Según voceros oficiales, esto refleja el compromiso del Ejecutivo con el equilibrio fiscal y la disciplina presupuestaria.

El FMI, por su parte, valoró la reducción del déficit primario, el control de la emisión monetaria y la acumulación de reservas netas. También destacó la mejora en la transparencia de las cuentas públicas y el recorte de gastos improductivos. Sin embargo, advirtió que la economía argentina muestra señales claras de enfriamiento, con contracción del consumo, caída del empleo formal y aumento de la pobreza estructural.

En su informe, el organismo señala que la inflación mensual comenzó a desacelerarse, pero aún se mantiene en niveles elevados. El tipo de cambio oficial, si bien permanece estable, empieza a mostrar presiones por las brechas con los mercados paralelos. Además, la recesión impacta con fuerza en sectores clave como la construcción, la industria manufacturera y el comercio minorista.

Uno de los puntos centrales del comunicado del FMI fue el llamado a “proteger a los sectores más vulnerables”. Si bien el organismo no cuestiona el ajuste en términos fiscales, insiste en que debe estar acompañado por medidas de contención social, como refuerzos en programas de asistencia directa y garantías de acceso a bienes básicos. También sugiere fortalecer los mecanismos de diálogo social para evitar tensiones políticas en un contexto de descontento creciente.

El desembolso de los 2.000 millones llega en un momento clave para el Gobierno, que busca consolidar la estabilidad financiera en medio de un calendario económico exigente. En los próximos meses, Argentina enfrentará vencimientos importantes de deuda en moneda extranjera, además de la necesidad de sostener el crawling peg y evitar sobresaltos cambiarios que puedan reactivar la inflación.

A nivel político, el respaldo del FMI representa un capital simbólico. Reafirma la apuesta del organismo por el rumbo que inició Milei y despeja, al menos temporalmente, los temores de default o crisis de confianza. Sin embargo, en el plano doméstico, el impacto del ajuste empieza a sentirse con más fuerza, y los datos sociales preocupan incluso a sectores que apoyaron la actual gestión.

El informe también plantea desafíos a futuro. Advierte que mantener el equilibrio fiscal requerirá decisiones difíciles en materia de subsidios, salarios públicos y gasto en infraestructura. Al mismo tiempo, sugiere avanzar en reformas estructurales que impulsen la inversión, mejoren la productividad y generen empleo genuino. Sin crecimiento sostenido, el ajuste por sí solo no garantizará estabilidad de largo plazo.

El Ministerio de Economía celebró el aval del Fondo y aseguró que se seguirá trabajando “en la senda de responsabilidad, sin populismo ni parches coyunturales”. Fuentes oficiales admiten que el contexto sigue siendo frágil, pero confían en que los próximos meses mostrarán signos de reactivación impulsados por el agro y una eventual recuperación del crédito.

El escenario argentino, una vez más, se mueve en el filo: entre la aprobación de los organismos internacionales y las urgencias sociales de una economía que aún no logra despegar. El desembolso del FMI es un respiro, pero no despeja el horizonte.

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