Kicillof: militancia a todo o nada

En un apasionado plenario en La Plata, Axel Kicillof convocó a la militancia bonaerense a "no guardarse nada" de cara a las elecciones legislativas del 7 de septiembre. El gobernador emplazó a "militar, recorrer, escuchar y explicar" lo que está en juego frente a un plan "entreguista y cruel".

Política12 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Axel Kicillof.

En un clima de urgencia política, Axel Kicillof agitó las aguas en La Plata con una arenga que hizo temblar los cimientos de la campaña bonaerense. Sin medias tintas, instó a sus seguidores a salir a militar con intensidad: "No es momento de guardarse nada".

Su mensaje no fue solo un llamado a la acción: fue una advertencia. A días del cierre de listas para las PASO y con el fantasma de un plan de derecha que buscaría "destruir derechos", el gobernador puso el cuerpo en la calle y marcó la cancha para los próximos desafíos electorales.

El plenario del Movimiento Derecho al Futuro reunió a referentes territoriales y locales, con Kicillof como conductor de una estrategia que combina votos y calle. Con el electorado en el centro, el gobernador planteó que lo que está en juego —"la Patria, la soberanía y la democracia"— supera cualquier disputa interna. Desde la histórica “motosierra” hasta su aplicación práctica, Kicillof denunció que, lejos de reconfigurar el sistema, se estaba avanzando hacia una forma de gobernar basada en la destrucción de derechos.

Frente a ese escenario, su consigna fue clara: "militar, recorrer, escuchar y explicar". Una modalidad de militancia activa y personalizada que pretende hacer pie no solo en los cuarteles políticos, sino también en fábricas, escuelas, hospitales y barrios.

Mientras tanto, el oficialismo ofrece una sola boleta para frenar las políticas de Javier Milei en la provincia: la de Fuerza Patria. Una elección planteada como un plebiscito, no solo electoral, sino ideológico —una batalla simbólica por la identidad del espacio popular.

Con apenas semanas para el 7 de septiembre, Kicillof empuja una campaña que busca disputarle el relato, el territorio y el futuro a la derecha libertaria. La militancia dejará de ser un recurso político para transformarse en el eje mismo de la defensa de lo construido. En este escenario, no hay margen para el adentro ni el afuera: solo quedan los que pelean y los que miran desde afuera.

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