Brunkow, Ramsdell y Sakaguchi ganan el Nobel de Medicina 2025

Los tres científicos fueron premiados por sus descubrimientos sobre las células T reguladoras y el gen FOXP3, que permiten al cuerpo evitar ataques autoinmunes. Sus hallazgos revolucionaron la inmunología moderna y abrieron el camino a terapias para el cáncer y enfermedades autoinmunes.

General06 de octubre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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El Premio Nobel de Medicina 2025 fue otorgado a Mary E. Brunkow, Fred Ramsdell y Shimon Sakaguchi por su trabajo pionero en la comprensión de cómo el sistema inmunitario distingue entre las propias células del organismo y las externas.

El anuncio fue realizado por el Instituto Karolinska de Estocolmo, que destacó que los tres investigadores “revelaron los mecanismos de la tolerancia inmunológica periférica”, es decir, cómo el sistema inmune evita atacar los tejidos sanos.

El descubrimiento que cambió la inmunología

En la década de 1990, el inmunólogo japonés Shimon Sakaguchi identificó un grupo de linfocitos T con capacidad de suprimir respuestas inmunes dañinas. Las denominó células T reguladoras (Treg).

Años más tarde, los estadounidenses Mary E. Brunkow y Fred Ramsdell aislaron el gen FOXP3, responsable del desarrollo de esas células. Sus estudios demostraron que una mutación en ese gen causa un síndrome autoinmune severo conocido como IPEX, que provoca que el cuerpo ataque sus propios órganos.

El hallazgo permitió comprender por primera vez cómo se mantiene el equilibrio entre defensa y autodestrucción en el sistema inmunitario.

> “Sin el gen FOXP3, el sistema inmune se vuelve contra sí mismo. Ese descubrimiento cambió el rumbo de la medicina moderna”, señaló el comité Nobel en su comunicado.

De la ciencia básica a la medicina de precisión

Los trabajos de los tres galardonados no solo explicaron un mecanismo biológico, sino que impulsaron nuevas terapias para enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoidea y el lupus.

También abrieron la puerta a una nueva estrategia en el tratamiento del cáncer. Al modular las células T reguladoras, los investigadores demostraron que es posible “desbloquear” la respuesta inmunitaria para que las defensas naturales ataquen tumores resistentes.

En los últimos años, la manipulación del gen FOXP3 y de las Treg se convirtió en una herramienta central en la inmunoterapia oncológica. Diversos laboratorios trabajan en terapias personalizadas basadas en la activación o inhibición selectiva de estas células.

DONACIÓN

Los premiados

Mary E. Brunkow, nacida en Estados Unidos y formada en la Universidad de Washington, fue quien descubrió que una mutación del gen FOXP3 provocaba el síndrome IPEX. Su hallazgo abrió el camino a los primeros test genéticos de diagnóstico y a tratamientos inmunorreguladores de precisión.

Fred Ramsdell, también estadounidense, lideró equipos en los laboratorios ZymoGenetics y Merck. Su investigación confirmó que el gen FOXP3 era esencial para la función de las células T reguladoras, consolidando la base genética del control inmunitario.

Shimon Sakaguchi, profesor de la Universidad de Osaka, fue el primero en describir el papel supresor de las células T en 1995. Desde entonces, su trabajo ha sido fundamental para el desarrollo de terapias basadas en la tolerancia inmunológica.

Un reconocimiento compartido

El comité Nobel subrayó que la combinación de las investigaciones de Sakaguchi, Ramsdell y Brunkow constituye “una historia de colaboración entre ciencia básica y medicina aplicada”.

El premio, dotado con 11 millones de coronas suecas (equivalentes a 1 millón de dólares), será entregado en diciembre durante la tradicional ceremonia en Estocolmo.

“Estos descubrimientos sentaron las bases de un nuevo paradigma médico: comprender el sistema inmunitario no solo para combatir, sino también para proteger”, expresó el comunicado del Instituto Karolinska.

Una mujer en la historia del Nobel

Mary Brunkow se convirtió en la sexta mujer en ganar el Nobel de Medicina y la primera en hacerlo junto a dos inmunólogos por un trabajo conjunto sobre regulación inmune.

Desde su laboratorio en Seattle, agradeció el reconocimiento y lo dedicó a las familias afectadas por enfermedades autoinmunes:

> “Este premio es para todos los que luchan con un sistema inmunitario que olvidó cómo cuidarse a sí mismo. La ciencia avanza gracias a su coraje”, declaró Brunkow.

El impacto a futuro

Los avances en el conocimiento del FOXP3 y de las Treg continúan expandiendo fronteras. Hoy son la base de ensayos clínicos experimentales que buscan inducir tolerancia inmunológica en trasplantes, alergias severas y enfermedades inflamatorias crónicas.

La comunidad científica considera que el Nobel de 2025 consolida una tendencia: premiar investigaciones que conectan la biología molecular con la medicina traslacional, es decir, la que impacta directamente en los tratamientos humanos.

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