Trump exige a grandes farmacéuticas bajar los precios en 60 días o enfrenta sanciones

La iniciativa profundiza una ofensiva contra los costos desproporcionados en EU y busca implementar una política de precios de “nación más favorecida” para medicamentos, comenzando por Medicaid y nuevos lanzamientos.

Estados Unidos01 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Donald Trump.

Donald Trump intensificó su presión sobre la industria farmacéutica via envío de cartas formales a 17 compañías, incluyendo Pfizer, J&J y AstraZeneca. Les exige que reduzcan los precios en EE. UU. para que ninguna población pague más que en otros países desarrollados.
El plazo fijado es de 60 días —hasta el 29 de septiembre de 2025— tras los cuales el gobierno prometió desplegar medidas regulatorias, comerciales o tributarias si no hay cumplimiento voluntario.

La ofensiva retoma y refuerza la orden ejecutiva firmada el 12 de mayo titulada “Delivering Most‑Favored‑Nation Prescription Drug Pricing to American Patients”. Esa política ya demandaba un esquema donde los estadounidenses paguen igual o menos que cualquier otro país desarrollado por medicamentos recetados.

En las cartas, Trump exige que las firmas cumplan cuatro acciones antes del 29 de septiembre: extender precios de nación más favorecida a programas como Medicaid, garantizar esos precios para nuevos medicamentos, reinvertir ingresos obtenidos en el extranjero para beneficiar al mercado doméstico y ofrecer venta directa a consumidores sin intermediarios caros.

La misiva fue publicada públicamente en la red social Truth Social y circulada por la Casa Blanca. Contiene amenazas de usar todo tipo de herramientas del Estado —incluyendo normativa de CMS, aranceles y reimportaciones— si las empresas no responden con compromisos vinculantes  .

El mercado reaccionó de inmediato: las acciones de Pfizer, AstraZeneca y GSK bajaron entre 2% y casi 4% después del anuncio, reflejando la percepción de riesgo regulatorio e intervención directa del gobierno.

La industria presentó dudas: el lobby PhRMA argumentó que la propuesta podría dañar la innovación y que los recortes drásticos afectarían la investigación. También criticaron la aplicación de precios für nuevos mercados y el posible traslado de costos a otros países.

Analistas y expertos indicaron que reducir los precios en EE.UU. podría provocar aumentos en el costo de medicamentos en Europa u otros mercados. Además, señalaron posibles desafíos legales dado que las cartas no representan una regulación formal sino una presión ejecutiva informal.

La medida marca un nuevo capítulo en el debate sobre los costos de los medicamentos en EE. UU. y demuestra una voluntad de intervención estatal en sectores históricamente desregulados. El destino del ultimátum dependerá de la respuesta empresarial y de si la administración Joe Biden decide respaldar o revertir esta línea de acción.

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