Metalurgia en pausa: el sector sigue lejos de sus picos históricos

A pesar de un repunte muy leve en julio, la actividad metalúrgica aún se encuentra un 15 % por debajo de sus niveles más altos, con un uso de capacidad instalada que no llega al 50 %.

Economía20 de agosto de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Crisis metalúrgica.

El sector metalúrgico nacional sigue dando muestras de fragilidad. En julio mostró un leve repunte frente a junio y al mismo mes del año pasado, pero sigue muy lejos de su mejor momento. El uso de la capacidad instalada apenas supera el 45 %, una señal clara de estancamiento que resuena en toda la industria.

Lejos del ruido del crecimiento, el sector transita una etapa de recuperación muy tibia y heterogénea, que aún no logra dejar atrás el desplome del año anterior.

En concreto, la actividad metalúrgica registró en julio un crecimiento interanual de apenas 1,8 % y un alza de solo 0,3 % con respecto al mes anterior. Son cifras modestas, especialmente si se tiene en cuenta que hay sectores clave de la industria que siguen en baja. Actualmente, la actividad global del sector todavía está un 15 % por debajo de los niveles record alcanzados en años anteriores.

Al interior del rubro, la situación es dispar. Maquinaria agrícola y fabricación de carrocerías y remolques registraron aumentos significativos, de hasta 17 %. Pero, en contraste, ramas como autopartes y bienes de capital siguen cayendo, y muchas otras apenas logran equilibrar la balanza.

La capacidad instalada disponible permanece muy baja: cerca del 45 %. Esa subutilización no solo refleja falta de demanda, sino también amplía el impacto sobre el empleo, que continúa con declives preocupantes.

Además, el ingreso de productos importados, incluso maquinaria usada, genera competencia desleal: arrastra precios a la baja, pero desgasta productividad y erosiona el empleo local.

En términos regionales, hay provincias que intentan mostrar signos más optimistas: Santa Fe y Entre Ríos evidenciaron una recuperación moderada, en cambio Mendoza, Córdoba y Buenos Aires siguen lejos de recuperarse.

La metalurgia está en una meseta frágil: con algunos sectores pujando, otros siguen hundidos. El leve crecimiento no alcanza para cambiar el panorama general. Mientras persista el bajo uso de capacidad instalada y siga aumentando el ingreso de importaciones, el sector seguirá atrapado en esta etapa de recuperación lenta y desigual.

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