El precio del petróleo cae a mínimos de 2021 por temores de recesión global

La caída del crudo reaviva la preocupación por el impacto de la guerra comercial y la desaceleración de la economía mundial. Argentina y otras economías exportadoras podrían perder miles de millones en ingresos si la tendencia continúa.

Economía08 de abril de 2025Alejandro CabreraAlejandro Cabrera
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Petróleo

El precio del petróleo registró este lunes una fuerte caída, alcanzando su nivel más bajo desde 2021. El crudo Brent se ubicó en torno a los 62,9 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) descendió a 59,4 dólares. La baja se da en medio de un creciente temor a una recesión económica global, potenciado por la escalada en las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.

La reciente decisión del presidente estadounidense Donald Trump de imponer nuevos aranceles a productos chinos fue respondida por Pekín con medidas similares. Esta guerra comercial renovada ha generado incertidumbre en los mercados financieros, provocando una retirada de capitales de activos energéticos y una caída inmediata del valor del crudo.

En paralelo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) sorprendió al mercado al anunciar un incremento en la producción diaria de petróleo. El aumento de la oferta en un contexto de debilitamiento de la demanda global acentuó el desplome de los precios.

Analistas advierten que, si persiste el escenario actual de tensión económica y exceso de oferta, el barril de Brent podría caer por debajo de los 55 dólares hacia fines de año. Algunos informes más conservadores incluso contemplan valores inferiores a los 40 dólares para 2026 si se mantiene la fragilidad global.

La caída no solo afecta a los mercados internacionales. En Argentina, donde el ingreso de divisas por exportaciones de petróleo es clave, una baja del Brent de 75 a 64 dólares significaría una pérdida cercana a los 1.100 millones de dólares en el año. Esto impactaría directamente en las cuentas fiscales y en la sostenibilidad de proyectos como Vaca Muerta.

Empresas petroleras internacionales también sintieron el impacto: los gigantes Exxon Mobil y Chevron sufrieron caídas en sus cotizaciones bursátiles. Esta señal de alarma pone en duda nuevas inversiones y refuerza el sentimiento negativo de los mercados.

En este contexto, países productores enfrentan una encrucijada: recortar producción para sostener precios o mantener volumen para conservar mercados. Ambas opciones implican costos y riesgos en una economía global con signos de fragilidad.

La Argentina, que intenta fortalecer su balanza comercial en medio de restricciones externas, podría ver complicados sus planes si la baja del petróleo persiste. El impacto se sentiría tanto en las reservas como en la recaudación fiscal de provincias petroleras.

El escenario sigue siendo volátil y depende de múltiples factores: negociaciones geopolíticas, decisiones de la OPEP y la evolución de la economía global. Por ahora, los precios bajos reflejan un mercado tenso, donde el petróleo vuelve a ser un termómetro del temor a una nueva crisis mundial.

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