
En su columna, Jorge Lozano denuncia sin medias tintas el castigo colectivo que sufre la población civil en Gaza: un exterminio sistemático donde los muertos no son estadísticas, sino cuerpos que claman justicia.
En la era de las redes sociales, los liderazgos mesiánicos y la sobreinformación, la duda es vista como debilidad. Sin embargo, se vuelve más urgente que nunca para resistir la manipulación de algoritmos, populismos y verdades a medida.
Opinión04 de mayo de 2025La duda como motor del pensamiento occidental
En la actualidad, dudar es casi un pecado. En tiempos de infodemia, cibercracias y redes sociales que premian las respuestas rápidas, la duda es asociada con inseguridad o, peor aún, con debilidad. Pero la historia del pensamiento occidental demuestra que fue la duda la que impulsó los mayores avances de la humanidad.
En 1641, René Descartes publicó Meditaciones Metafísicas e introdujo una idea revolucionaria: la única certeza posible es que existimos porque pensamos. “Pienso, luego existo” se convirtió en el pilar de la filosofía moderna. Al dudar de todo, Descartes encontró en su capacidad de razonar la única verdad irrefutable.
Hoy, en la era de las fake news y las verdades paralelas, recuperar esa herramienta se vuelve imprescindible. La duda es, quizás, la única forma de combatir la manipulación.
Trump, Milei y el culto a la certeza
En el tablero político global, dos líderes sobresalen por su desprecio a la duda. Donald Trump y Javier Milei construyeron figuras públicas a partir de la certeza absoluta. Ambos se presentan como salvadores, como hombres que "saben". Trump lo resumió brutalmente: “Nadie sabe más que yo”. Milei afirmó: “Decidí presentar yo el Presupuesto porque soy economista y estoy orgulloso de eso”.
En ambos casos, la narrativa es similar: el líder omnisciente que tiene todas las respuestas y no necesita cuestionarse. Esa soberbia es celebrada por millones que prefieren refugiarse en recetas simples. En este contexto, la duda no es solo incómoda: es peligrosa.
El algoritmo que nos impide pensar
La filosofía de la certeza no es patrimonio exclusivo de los políticos. Las redes sociales son fábricas de dogmas. Marshall McLuhan anticipó en 1969 que los medios electrónicos abolirían espacio y tiempo, creando la "aldea global". Pero hoy esa aldea se fragmentó en burbujas de algoritmos. Cada usuario recibe lo que desea oír.
Como militantes de nuestras propias creencias, dejamos de buscar lo nuevo. El algoritmo no obliga: seduce. Byung-Chul Han señala que el control moderno no reprime, sino que invita a participar. Y en esa participación complaciente, nos moldean.
Zygmunt Bauman describió la modernidad líquida, donde todo es frágil y cambiante. Aplicado a las redes, significa que no buscamos verdades duraderas: solo consumimos lo inmediato, sin cuestionar.
El nuevo populismo y la ilusión de control
Mientras tanto, el populismo global se acomoda en esta lógica simplista. La nueva derecha radical mezcla tradición medieval con narrativas modernas para ofrecer enemigos fáciles: el wokismo, las instituciones supranacionales, la diversidad sexual.
En este nuevo relato, la duda está proscripta. No interesa saber, sino creer. Las respuestas son dogmas, no hipótesis a revisar. Como planteó Jean Baudrillard en Simulacros y simulación, vivimos en un tiempo donde los símbolos reemplazaron a la realidad.
Cuando el sistema es el mensaje
McLuhan diferenció entre medios calientes y fríos. Hoy, las plataformas son tibias: crean la ilusión de participación. Un tuitero se siente dueño de su medio, pero es rehén del algoritmo. "El medio es el mensaje" se actualiza: el sistema es el medio, y el medio es el mensaje.
En el mundo analógico había más margen para la interpretación. Hoy, los datos acumulados se usan para mantenernos cautivos en ecosistemas donde el contenido se adapta a nuestras preferencias, reforzando sesgos.
La gran confusión: democracia frágil y totalitarismos renovados
Las democracias se debilitan. Las autocracias parecen invencibles. Pero detrás de la arrogancia de sus líderes hay incertidumbre. Los intelectuales orgánicos del siglo XXI repiten viejas fórmulas con nuevos ropajes digitales.
Mientras tanto, los ciudadanos caen en el consumo adictivo. La discusión pública se reduce a tribus digitales. Trump y Milei gobiernan también desde las redes.
El pensamiento crítico es reemplazado por tribalismo. La gran mentira de esta época es múltiple:
a) Que una persona o grupo gobierna el mundo.
b) Que los medios digitales democratizan el conocimiento.
c) Que la batalla cultural es entre izquierdas y derechas.
d) Que vivimos en la época de mayor libertad.
Santiago Caputo y los ataques a la prensa
El episodio reciente protagonizado por Santiago Caputo, asesor de Milei, prueba esta dinámica. Ante un fotógrafo en actividad presidencial, Caputo intentó impedir su trabajo, se burló y lo intimidó.
Esto no es anecdótico. En un ecosistema donde sólo vale la opinión que convalida al líder, la prensa es enemiga. La crítica molesta. La duda se castiga.
El ataque de Caputo no fue sólo contra un trabajador. Fue un mensaje: no se admiten cuestionamientos.
Argentina cae en los rankings de libertad de expresión
El panorama se agrava. Según el último informe de Reporteros Sin Fronteras, Argentina cayó 47 puestos en el ranking mundial de libertad de prensa, ubicándose en el puesto 87. Los ataques verbales del presidente, el cierre de medios y la discrecionalidad en la publicidad oficial son parte de las razones.
En su reporte 2025, la organización advierte:
"El poder ejecutivo encabeza una ofensiva contra los periodistas críticos. La desinformación, la hostilidad y el miedo se han convertido en parte del trabajo diario de la prensa."
La caída en el ranking es una señal de alarma para un país que alguna vez fue ejemplo regional de pluralismo.
El desafío: dudar para resistir
Este texto se propone combatir esas ilusiones. A través de Descartes, Taleb, Orwell, Huxley, Foucault, McLuhan, Han, Bauman, Morozov y otros, intentaremos demostrar que sin pensamiento crítico no hay forma de entender el presente.
La hipótesis es inquietante: el conocimiento tecnológico superó a nuestros líderes. Políticos, empresarios y tecnócratas usan herramientas digitales sin comprender sus consecuencias.
La democracia se degrada. El espacio público es una pantalla. La felicidad se reduce a placeres inmediatos.
No son otras culturas las que amenazan al estilo de vida occidental. Es la ruptura de los lazos sociales. La sobreestimulación. El desprecio por la duda.
Dudar es el primer paso para resistir. Y resistir es el único camino para seguir siendo libres.
En su columna, Jorge Lozano denuncia sin medias tintas el castigo colectivo que sufre la población civil en Gaza: un exterminio sistemático donde los muertos no son estadísticas, sino cuerpos que claman justicia.
Decenas de muertes e infectados por un lote adulterado de fentanilo clínico quedan relegadas ante la indiferencia general.
Con una imagen pública en retroceso y una interna cada vez más abierta, Milei enfrenta el crecimiento sostenido de Victoria Villarruel. Según los últimos datos, un escenario electoral entre ambos no sería tan claro como se supone.
El gobierno argentino celebra cifras como si fueran hechos incuestionables. Pero, ¿y si esas verdades fueran solo interpretaciones impuestas? Un análisis filosófico-político desde Nietzsche para entender cómo la narrativa económica se convierte en un acto de poder.
En un escenario montado como espectáculo político-religioso, Javier Milei volvió a encender alarmas. Esta vez no fue desde Buenos Aires, sino en el corazón de Europa, donde participó de la convención organizada por Vox y sectores ultraconservadores del continente.
La Revolución Francesa: ¿ingeniería social o clamor popular? Agustín Laje, visitante ilustre de Viktor Orbán e intelectual de "La Batalla Cultural" tiene un concepto bastante encaprichado de los sucesos históricos que según él llevaron al mundo al wokismo.
En medio de una creciente tensión con el Ejecutivo, sectores eclesiásticos elevaron su tono crítico. Se encontraron en ritmos, símbolos y discursos cada vez más alineados con una postura de contrapeso ideológico.
Tras años de ausencia por problemas judiciales y de salud mental, el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados prepara un show masivo y el estreno de un nuevo tema, en un regreso que genera expectativa y polémica.
El boxeador santafesino hizo historia al consagrarse campeón mundial en un combate que contó con la presencia de Mike Tyson en primera fila.
El hallazgo de sus antecedentes judiciales reaviva el debate sobre los controles en el sector náutico y la responsabilidad empresarial.
El gobernador bonaerense llamó a la unidad interna en Fuerza Patria en medio de las tensiones por el armado electoral para octubre.