Seattle humilló a Inter Miami: goleó 3-0 y Messi se alejó del 47° título

Seattle Sounders dominó la final de la Leagues Cup 2025 en su estadio, Lumen Field, y derrotó a Inter Miami por 3-0. Messi tuvo varias chances claras, pero ni él ni Allende pudieron convertir.

Deporte01 de septiembre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Seattle humilló a Inter Miami.

Inter Miami, con Lionel Messi como figura, chocó fuerte contra el muro de Seattle Sounders. El equipo local impuso condiciones desde el inicio y confirmó su supremacía con una goleada clara. Messi resbaló cerca de sumar otro título, pero el marcador final fue categórico: 3-0 y sin discusiones.

El sonido del estadio colmado y los goles que encendieron el festejo representaron una barrida que dejó a Miami lejos de su objetivo de repetir la hazaña de 2023.

Desde el silbato inicial, Seattle tomó el control del partido. Osaze De Rosario abrió el marcador con un cabezazo certero, empujando a un Inter Miami que arrancó desconcertado. La superioridad del Sounders se reflejó en el resultado: con goles de Álex Roldán, quien aprovechó la falta de Yannick Bright para definir, y Paul Rothrock, que selló el 3-0 con un potente derechazo cruzado, dejaron el partido decidido en el segundo tiempo.

Messi y Tadeo Allende tuvieron claras oportunidades que podrían haber cambiado el guion, pero fallaron en el momento clave. El primero, cerca del arco, y Allende, tras una gran asistencia de Suárez, mandaron la pelota por encima del travesaño. El arquero Ustari también brilló con una gran atajada que evitó el segundo gol local.

El partido concluyó con tensión: una pelea entre jugadores —liderada por Luis Suárez quien llegó a escupir al director de seguridad rival— añadió controversia a una final que ya prometía ser intensa, y cerró el torneo con un clima caliente y nervioso.

Aunque perdió, Inter Miami logra un respiro continental: su condición de subcampeón lo clasifica para la Concacaf Champions Cup 2026, al igual que Seattle y LA Galaxy, que se quedó con el tercer puesto.

El 3-0 en Seattle no solo marcó una derrota amplia, sino que expuso la brecha entre ambiciones y realidades. Messi llegó con ganas de sumar un nuevo trofeo, pero chocó ante un rival que hizo todo bien: elenco firme, plan táctico efectivo y energía arrolladora. Ahora, Inter Miami debe recomponerse rápido: el objetivo cambia del festejo continental a volver a pelear desde la casa por la próxima temporada.



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