Sudán en tragedia: un deslave arrasó una aldea y dejó más de mil muertos

Un alud provocado por lluvias torrenciales sepultó por completo la aldea de Tarasin, en Darfur, dejando más de mil víctimas fatales y apenas un sobreviviente.

Mundo02 de septiembre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
file_0000000066e0622f81108884a1408ee3
Catástrofe en Sudán.

El corazón de Sudán quedó sacudido por una de las peores catástrofes naturales de su historia reciente. Un deslizamiento de tierra masivo arrasó con la aldea de Tarasin, en la región montañosa de Jebel Marra, dejando un saldo estremecedor: más de mil muertos y un solo sobreviviente. La magnitud del desastre instaló un escenario de duelo nacional y reclamos urgentes de asistencia humanitaria.

El deslave se produjo luego de días de lluvias ininterrumpidas que saturaron el suelo de las montañas y provocaron un colapso total del terreno. La masa de tierra y piedras avanzó con tal fuerza que la aldea fue literalmente borrada del mapa en cuestión de minutos. Casas, caminos y cultivos desaparecieron bajo toneladas de lodo, dejando un paisaje desolador y sin vida.

Las cifras preliminares hablan de más de mil personas fallecidas, entre ellas familias enteras que no lograron escapar. El único sobreviviente fue rescatado en estado de shock, incapaz de dar detalles de cómo logró salvarse en medio del derrumbe. La tragedia golpea a una región ya castigada por la pobreza y los conflictos armados, lo que agrava las dificultades para coordinar la ayuda.

El acceso a la zona es extremadamente complejo. Los caminos quedaron intransitables y la inestabilidad del terreno dificulta el ingreso de equipos de rescate. Organizaciones humanitarias y autoridades locales intentan organizar operaciones con helicópteros y brigadas, pero las condiciones climáticas adversas limitan los avances. Mientras tanto, familiares de las víctimas se agolpan en localidades vecinas con la esperanza de recibir noticias, aunque la magnitud del desastre hace cada vez más improbable hallar sobrevivientes.

El gobierno sudanés declaró el estado de emergencia y pidió colaboración internacional para atender la catástrofe. Sin embargo, la situación política del país, atravesado por conflictos internos, pone en duda la capacidad de desplegar rápidamente la ayuda necesaria.

El desastre en Tarasin es un recordatorio brutal de la vulnerabilidad de las comunidades rurales ante fenómenos naturales extremos. Más de mil vidas se perdieron en cuestión de minutos, y la imagen de una aldea sepultada bajo la tierra quedará como símbolo de la fragilidad humana frente a la fuerza de la naturaleza. La tragedia plantea un reto humanitario urgente y un llamado a la solidaridad internacional para socorrer a una región que llora a sus muertos.

Te puede interesar
Lo más visto