Maduro advierte que Venezuela enfrenta la mayor amenaza militar en un siglo

El presidente venezolano denunció que el despliegue de buques y tropas de Estados Unidos en el Caribe constituye la mayor amenaza en cien años y aseguró que su país no cederá frente a la presión externa.

Mundo02 de septiembre de 2025Alejandra LarreaAlejandra Larrea
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Maduro se siente amenazado.

Nicolás Maduro volvió a subir el tono en medio de la tensión creciente en la región. En una declaración pública aseguró que Venezuela enfrenta “la amenaza más grave en un siglo”, acusando directamente a Estados Unidos de buscar un cambio de régimen a través de la presión militar. El mandatario afirmó que el país está preparado para resistir y que no se dejará doblegar por la presencia de fuerzas extranjeras en aguas cercanas.

Maduro describió el despliegue naval norteamericano en el Caribe como un acto de intimidación sin precedentes. Según explicó, la llegada de destructores, aeronaves y un submarino nuclear a la región no tiene otra finalidad que condicionar a Venezuela en plena etapa electoral. Para el gobierno bolivariano, la maniobra es parte de un plan mayor que busca desestabilizar al país y forzar una transición política.

Ante este panorama, el Ejecutivo declaró el estado de “máxima alerta militar” y ordenó reforzar las fronteras con ejercicios de tropas y milicias populares. También se llevaron adelante entrenamientos de defensa territorial y movimientos de armamento estratégico hacia puntos clave del país. Maduro advirtió que, en caso de un ataque directo, responderá con la movilización de toda la nación bajo la consigna de “república en armas”.

El discurso fue acompañado por miembros de su gabinete y dirigentes del oficialismo, que coincidieron en presentar el despliegue estadounidense como una provocación abierta. En paralelo, Caracas endureció su mensaje diplomático, denunciando la militarización de la región y advirtiendo sobre el riesgo de un conflicto de escala continental.

El trasfondo de esta tensión es también económico y político: las sanciones internacionales, el bloqueo financiero y las acusaciones de narcotráfico contra la cúpula chavista forman parte del escenario que el gobierno denuncia como un “asedio estructural” contra Venezuela. Maduro intenta convertir esa presión en un discurso de resistencia que refuerce su legitimidad interna.

La crisis entre Caracas y Washington entra en una etapa peligrosa. Con más fuerzas militares en el Caribe y un clima retórico cargado de amenazas, Venezuela se atrinchera en una narrativa de defensa nacional frente al enemigo externo. La gran incógnita es si este pulso desembocará en un nuevo ciclo de confrontación abierta o si prevalecerán los canales diplomáticos. Lo cierto es que, para Maduro, la “mayor amenaza en cien años” es también la excusa perfecta para consolidar poder en medio de la incertidumbre política y social.

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